La brecha digital es uno de los muchos problemas que afrontan los países en desarrollo. En América Latina, son varias las poblaciones que no cuentan con acceso a servicios básicos -- y mucho menos, a tecnologías de información. El rezago en educación en muchas comunidades es impresionante. El estado de Oaxaca, en México, es uno de estos tristes casos: 19% de los habitantes menores de 15 años no saben leer ni escribir.
Para combatir esta situación, la asociación civil Min -- palabra zapoteca para niño -- toma equipos de cómputo casi obsoletos y los repara. Una vez que los ordenadores funcionan, se les instala software libre y se colocan en zonas marginadas para que los niños y jóvenes tengan acceso a esta tecnología. Es increíble lo que pueden lograr con ordenadores viejos. Muchos de los que usan en este proyecto no superan los 256 MB de memoria RAM, y tienen discos duros de 10 GB.
El software libre es una excelente opción para estas iniciativas, pues se optimizan los recursos al evitar gastos en costosas licencias de software. Además, este tipo de paquetería es ideal para funcionar correctamente en equipos de baja capacidad. El proyecto también tiene su costado ecologista: al reutilizar el equipo de cómputo obsoleto, se le da nueva vida a muchos desechos tecnológicos que son altamente contaminantes. De este modo, se puede poner la tecnología al alcance de cualquiera.
Al igual que el caso de One Laptop per Child en Medellín, es posible marcar una diferencia con acciones como las de Min. A pesar de que a últimas fechas el gobierno mexicano ha volteado hacia el software libre, aún no se aprovecha su potencial a toda su capacidad. El ejemplo de Oaxaca, aunque pequeño, muestra un excelente modelo que valdría la pena replicar en otras partes del mundo. ¿Puede el software libre resolver el problema del analfabetismo tecnológico en los países en desarrollo? Estoy seguro que sí. Lo que hace falta reducir la brecha digital no hace falta mucho dinero, sino voluntad politica.