El HB-SIA, más conocido por los mortales como el Solar Impulse, es un avión que funciona -como bien lo indica su nombre- a través de energía solar y finalmente ayer realizó con éxito su primer vuelo de larga duración.

La prueba, que fue presenciada por cientos de espectadores, estuvo a cargo del piloto Markus Scherdel en Suiza y después de un despegue sin ningún inconveniente la nave alcanzó los 1.200 metros de altura y se mantuvo en el aire durante 87 minutos.

La tecnología, lógicamente, formó una parte importantísima en este proyecto y el simulador de vuelo en el que Scherdel se estuvo entrenando funcionó a la perfección.

Fue algo muy intenso. El HB-SIA se comportó justamente como el simulador de vuelo predijo. A pesar de su inmenso tamaño y su peso pluma el control de la nave cumplió nuestras expectativas.

Este invento, que está diseñado para funcionar sin la necesidad de ningún tipo de combustible, tiene la envergadura de un Boeing 747, pesa 1.7 toneladas y posee 12 mil paneles solares en sus alas para captar la energía solar que le permite controlar cuatro motores eléctricos y cargar sus baterías de litio-polímero.

Si bien el avión utiliza mayormente la energía que capta del Sol lo cierto es que todavía depende, en parte, de las baterías que en un primer momento deben ser cargadas en el hangar.

La próxima gran prueba del HB-SIA será en el verano, cuando tratará de mantenerse durante 36 horas en el aire. Esa es la verdadera prueba de fuego.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: